domingo, mayo 25, 2008

Mi Escuela

“Es la hora de entrar a las clases
Venid pronto, venid a formar
Que estas clases
Son tan importantes
Como un peldaño para triunfar

Fue Manuel Antonio Carreño
Hombre justo de gran porvenir(?)
Que no todos
Conocen su historia…”

Hasta ahí la recuerdo. Era el himno de la escuela básica donde estudié en Caracas desde el 2º grado hasta el 6º. Todavía cada escuela tenía su propio uniforme y fue al salir de ella y entrar al liceo cuando los cambiaron al uniforme único por nivel que aún hoy se usa, y estamos hablando (o escribiendo) del año 81 mas o menos. Apenas recuerdo algunos compañeros, tengo que esforzar la memoria para encontrar nombres de las maestras, sólo algunas imágenes aparecen en mi cabeza cuando leo algo del Grupo Escolar Municipal “Manuel Antonio Carreño”, pero si hay cosas que quedan, una buena educación, un grato ambiente escolar y las vivencias infantiles en aulas inmensas y muy apropiadas para el acto de aprender.

Hoy recordé la escuela porque encontré en Facebook un grupo relacionado con la gente que ha salido de allí. Ponen algunas fotos, mencionan nombres y hablan de muchas cosas de la escuela, algunas no las recuerdo, pero poco a poco, a medida que leo los comentarios, algunas vuelven a mis remembranzas de hace mas des 25 años cuando salí de ahí. Un cuarto de siglo se dice rápido, pero es mucho tiempo que transcurrió, y muchas las cosas que ocurrieron hasta hoy como para que vuelva la vista tan lejos en el tiempo.

Recuerdo a la maestra Ermelinda del 5º grado, estricta pero excelente, ahora se que así fue. En cuarto grado tuvimos ala maestra Columba, la de 2º creo que se llamaba Luisa, pero no estoy seguro. Extrañamente no me acuerdo de mi maestra de 6º grado. En tercero tuvimos varias suplentes, y a la única que recuerdo un poco es a una catira de ojos claros. Por supuesto ni soñar con recordar nombres. Acoto que estudié allí desde 2º a 6º únicamente, la parte previa de la educación básica la hice en Chile y ahí si recuerdo que mi maestra de Kinder se llama Edith y la de primero y segundo grado era la señorita Julieta, que me enseñaba a sumar, restar y multiplicar mas que a los demás desde que se enteró que nos iríamos a Venezuela.

De los compañeros de la “Manuel Antonio Carreño” es menos aún lo que puedo decir, veremos como me va con la memoria: estaba Leonardo Reyes, otro chileno que vivía en Los Leones, por La Paz en el Paraíso, Caracas, luego lo vi por la USB cuando yo estuve allí. En segundo grado estudié con los hermanos Manzella. Juan Carlos y José Luís, el papá tenía una tienda, creo que abasto, en el edificio gris que quedaba al lado de la escuela. De las niñas, estaba Luisa Ordoñez, Ana Paula, Ana María, en 5ºy 6º recuerdo también a Norma, Aída, Adriana, Jenny (que era patrullera escolar), Carolina, Palau y otra Carolina. Otra niña de apellido Perdomo que vivía en La Vega. Por cierto casi todos íbamos del Paraíso, Montalbán o La vega, recuerden que era una escuela pública que quedaba en La Paz.

Marcel, Pacheco, El gordito Luis Castillo, alto pana desde 2º a 4º grado. Debo mencionar que estudié hasta cuarto en el turno de la tarde y los últimos dos grados los hice en la mañana. Hasta allí llega mi memoria en cuanto a compañeros

Las clases de Educación Física las daba un señor mayor, chileno también. Las de Manualidades las daba una maestra joven. Recuerdo la cantina, al menos su ubicación espacial, y recuerdo las galletas Club Social a medio. Durante mucho tiempo, el gobierno daba leche a las escuelas, al principio nos formaban en el patio para recibir un cuartico de leche, y luego lo daban por los salones como a las diez de la mañana. Como nunca me ha gustado la leche pura, llevaba “Taco” con azúcar en un potecito y se lo echaba en el cuartico de leche. Pronto eso se volvió una fiebre por toda la escuela.

Al fondo del patio había un muro de ladrillo donde tomaban la foto del año para los alumnos, frente al muro estaba el asta de la bandera. El patio servía de cancha, de patio de actos y de espacio para el recreo.

Estuve en varios actos del colegio, incluso uno en le Estadio Brígido Iriarte del Paraíso, en donde bailamos el Sebucán frente a la Primera Dama de la República. Creo que eran la inauguración de unos juegos deportivos escolares nacionales, o algo así. Estando en segundo o tercero, competí en el equipo de fútbol del salón y lo único que recuerdo es que era defensa pero anoté un gol. Ese juego lo ganamos por paliza, pero no recuerdo a quien le ganamos. Jugamos sólo dos veces y nos sacaron del campeonato de la escuela.

En fin, los recuerdos empezaron a aflorar cuando me senté a escribir esta nota, y es bueno, la idea es recordar los viejos tiempos. Ahora, la tecnología nos muestra un poco del ayer a través de Facebook. Si bien nunca fui amante de las comunidades virtuales, esta me parece muy admirable, primero por la cantidad de gente que tiene, pero sobre todo porque ha permitido que muchos de nosotros empecemos a contactar gente que teníamos mucho tiempo sin ver. Y no hablo de compañeros de colegio, porque dudo que llegue a participar en algún reencuentro de la escuela, sino que hablo de amigos mas recientes, gente de la universidad que tenía añales sin ver. Ahora haciendo un recuento de nuestras vidas, uno ve a los que se casaron, se fueron del país (la mayoría), tiene hijos, y viven una vida buena, mejor ahora que sabemos donde estamos.

Volviendo al inicio, me siento orgulloso de haber estudiado en el “Grupo Escolar Municipal Manuel Antonio Carreño”, una escuela donde aparte de todo lo básico, nos enseñaron principios y nos enseñaron a aprender. Mis mas sinceros agradecimientos a todas las maestras que tuve, a todos los compañeros y a la escuela misma, aunque muchas caras y nombres se quedaron en el tintero del olvido.

Saludos cordiales,
Alvaro