Petroquién?
Historia básica
Sincor es una de las asociaciones estratégicas creadas hace varios años para permitir la producción a altos niveles de crudo extrapesado de la faja petrolífera del Orinoco. En febrero de este año, mediante un decreto-ley del presidente Chávez, la participación accionaria del estado venezolano pasó de 38% a 60%, cambiando así las reglas del juego petrolero en el país.
Con este cambio se sella el dominio absoluto de la máxima petrolera nacional en todo el crudo del país, lo que en pocas palabras viene a decir que la empresas extranjeras pueden llegar a ser partícipes en un máximo de 40% de acciones, pero la empresa formada será siempre PDVSA, con todo lo que eso trae, beneficios, sueldos, prerrogativas, toma de decisiones, amén de toda la política asociada a cualquier entidad dependiente del estado.
Sincor fue formada, originalmente, con mayoría de acciones de la empresa francesa Total, compartidas con PDVSA y Statoil de Noruega. En la actualidad, el esquema de acciones cambió y con él muchas cosas dentro de la empresa, en realidad en todas las empresas de la Faja. Aunque parezca increíble, una de las cosas a cambiar es el nombre.
La importancia de llamarse Sincor
Sincor, Sincrudos de Oriente, fue el nombre que eligieron en esa oportunidad, las personas que fundaron esta empresa. El cambio de acciones (de patrono según la ley del trabajo venezolana) implica cambiar el nombre y la imagen de la empresa. Dentro de las oficinas se vivió el primer cambio, cuando se quitaron los logotipos que identifican a Sincor y se cambiaron por sendas señas de la petrolera venezolana en color rojo, rojito. Varios pendones han aparecido desde aquel primero de mayo en que el presidente declaró “hemos enterrado 10 años de nefasta apertura petrolera”, si, así mismo, con todo y la palabra “NEFASTA” que según el DRAE significa desgraciada o detestable. Pasamos de ser orgullosos trabajadores de la industria petrolera a ser parte de algo detestable, y más detestable porque la gran mayoría de quienes aquí trabajan están en contra de la línea de pensamiento de este gobierno.
Sin ahondar en el discurso del día de los trabajadores, voy a citar lo siguiente: “La apertura petrolera le causó un retraso criminal a las labores científicas que PDVSA ha debido desarrollar en todos esos años”, olvidando de golpe y porrazo que toda la tecnología para procesar el crudo extrapesado y convertirlo en algo que se puede vender a altísimos precios en el mercado internacional es netamente extranjera, obviando también que Intevep, brazo investigativo de PDVSA tiene mas de 10 años que no investiga nada, e ignorando de paso que uno de los grandes desarrollos netamente criollos, la Orimulsión, fue prácticamente vetada por este gobierno, aduciendo extrañas razones políticas y de soberanía.
Pero volvamos a lo del nombre, no divaguemos ni nos vayamos por ramas extrañas, que si bien son importantes no aportan nada realmente a la narración clave que intentamos desarrollar en estas líneas, líneas sesgadas, por demás, por pertenecer el autor a la empresa que ha nombrado repetidamente, y por ello presentar una visión un tanto subjetiva dentro de la objetividad habitual de quien escribe… qué estaba diciendo yo?
Si, lo del nombre. El 29 de julio de este año, en su extensísimo espacio televisado “Aló Presidente”, Chávez anunció el cambio de nombres las cuatro empresas productoras de la Faja: Sincor, Petrozuata, Cerro Negro y Amerivén. A partir de ahora deberán ser conocidas como Petrocedeño, Petroanzoategui, Petromonagas y Petropiar, respectivamente, haciendo honor a los ilustres patriotas.
Voy a intentar dilucidar cuál fue el motivo que impulsó a la máxima autoridad del país a poner en específico esos nombres, a ver si existe alguna relación más allá de haber sido próceres de la patria, veamos(*):
Manuel Cedeño, nacido en Apure, hijo de una familia campesina de escasos recursos. Desde joven se unió a las filas del movimiento independentista, convirtiéndose en General bajo las órdenes directas de Bolívar. Buen guerrero y vencedor de muchas batallas, lucho al lado de Miranda y Piar y siempre tuvo una excelente participación. La historia lo recuerda como un gran luchador que se abrió paso batalla tras batalla hasta ubicarse a la diestra del Libertador.
José A. Anzoátegui: nacido en Barcelona en 1789 en familia acomodada. En 1812 entra al ejército como Capitán y comienza su larga travesía independentista. Lucho con Bolívar en Carabobo y en Santa Fe de Bogotá, luchó bajo las órdenes de Páez y ayudó a comandar la campaña Libertadora de Nueva Granada. Piar lo nombra General y lo pone al mando de la liberación de Apure. Anzoátegui luego se voltearía y pediría su pena de muerte en el consejo de guerra que se le hizo a Piar en Angostura. Murió en 1819 en Colombia, tras una corta pero notable carrera militar.
José T. Monagas: Nace en Maturín en una familia del campo, pero se une al ejército venezolano en 1812. Participó en muchas batallas, junto a Bolívar y Páez. En 1821 es nombrado General de División, en 1822 se retira de la milicia. En 1830 asume un papel político ante los acontecimientos y promueve el separatismo proponiendo la idea de un “Estado de Oriente” e invita a otras provincias a hacer lo mismo para formar una confederación de provincias como sustituto a la Gran Colombia. Páez logra impedir el intento y Monagas vuelve a retiro. Mas tarde se dedica a la política y es electo 3 veces como presidente del país
Manuel Piar: El más interesante de los cuatro próceres. Nace en Curazao, hijo de un italiano en 1782. Viene a Venezuela a temprana edad y poco después decide incursionar en la milicia para colaborar con la independencia del país. Exitoso General, presente en la revuelta independentista contra Emparan en 1810, lucho con Miranda y Bolívar en varias batallas. Sus mejores guerras las luchó en el oriente y el sur, fue clave en la liberación de Guayana y hay autores que lo ponen como uno de los actores más importantes de la independencia por estos hechos. Su ambición, no sólo de independencia y libertad, sino de poder y gloria, lo llevan a retiro forzado por Bolívar, y desde ahí comienza una conspiración contra el Libertador que finalmente terminaría con un Consejo de Guerra que lo acusó de traición y finalmente lo asesinaría en Angostura en 1817.
Como vemos de este minúsculo análisis, mas allá de la eminente relación de independencia y calidad de próceres, no hay algo obvio que diga porqué se eligieron estos cuatro nombres y no otros. Quizás la razón sea que a cada uno de los luchadores de la independencia venezolana se le dará su campito petrolero, hasta aquí han surgido también Petroboscán, Petrosucre y no se cuál mas.
Mas Petrocedeño serás tú
Pero bueno, sin importar motivos, el cambio de nombre es un hecho. Y por supuesto, antes de la asignación presidencial del nombre, y para demostrar que Venezuela es de todos, en la empresa surgió un concurso, con premio y todo para la selección de l nuevo nombre. En marzo se pidió que quienes quisieran propusieran un nombre para la nueva empresa, de ahí se seleccionarían 3 y el personal de Sincor podría votar por esos nombres para elegir el que nos representaría en el futuro. Se escogería un ganador de quienes eligieran al ganador, y el ganador se definiría por mayoría simple.
El 20 de abril se nos envió por correo una comunicación que decía cuáles habían sido las tres opciones entre las que debíamos votar, recuerden que estas opciones fueron propuestas por el personal. Los nombres propuestos eran: Petrojunín (bastante obvio, ya que el bloque de la Faja en el que producimos se llama Junín), PetroFajor (una mezcla de petróleo, Faja y Orinoco, aunque suena como Alfajor) y Crudos del Orinoco (que no suena mal, tiene cierta reminiscencia al nombre original de la empresa).
Si bien yo voté por Petrojunín, las encuestas de pasillo, Exit Polls podríamos llamarlas, daban como seguro ganador a Crudos del Orinoco. En la comunicación que les mencioné nos dijeron que había un premio y éste era un viaje para dos personas a un destino turístico del país.
El resto, es la historia con la que comenzó este escrito. El 29 de julio Chávez dio el verdadero nombre con el que nos conoceremos de aquí en adelante y de paso se ganó un viaje para dos personas a cualquier destino pagado por Sincor (o Petrocedeño). No hubo explicaciones, no hubo disculpas, ni siquiera ha habido un regalito, llámese franela, bolígrafo o pin de Petrocedeño. Ni siquiera nos dejarán elegir el logotipo, ya que el nuevo símbolo identificativo no es mas que el mismo de PDVSA, rojo rojito, con la palabra Petrocedeño escrito abajo, originales, no?
Pero hay mucho mas que la molestia entre el personal por este cambio de nombre. Existe toda una suerte de procesos legales que deben seguirse y pensarse muy bien. Recuerden que la letra ñ no es usada sino en muy pocos paises, y Petrocedeño no tiene trato con casi ninguno de ellos, es decir, la mayoría de los países con los que trabajamos, a nivel de comercio o técnico, no escriben esa letra, así que para ellos seremos Petrocedeno, y esto puede traer problemas, porque Petrocedeno es un nombre legal totalmente diferente a Petrocedeño. Si Estados Unidos realiza un pago a Petrocedeno, quién debería recibie el dinero? Si viene alguien ocioso y registra una empresa llamada petrocedeno, podría meter en problemas al gobierno...
Pero bueno, no todo es grave dentro de todo este largo proceso, aún hay cosas para reirse, y una de ellas es la inmensa falta de planificación de este cambio de nombres. Me explico: cualquier persona podría pensar que estas nuevas empresas tendrán su página web, de la misma manera que las tienen antes de esta transición (Sincor, Petrozuata, etc) y que deberían ser www.petrocedeno.com y así. Pues bien, resulta que el 1 de agosto, todos esos dominios fueron comprados por una persona ajena a la empresa. Una leve búsqueda en internet nos da el nombre de Leonardo Rojas, geólogo de 24, 25 años y que vive en Miami. Así de fácil se puede joder un cambio de nombre. Vaya desde aquí mi pequeña felicitación a este pana (no lo conozco realmente) que decidió burlar la burocracia venezolana y desorganización para comprar, por pocos dolares, unos dominios que podría llegar a vender en varios miles. Por supuesto, me imagino que PDVSA ya vio esto y ahora buscarán dominios de tipo petrocedeno.pdvsa.com o algo sí, por si acaso, yo ya compré www.petrocedeno.com.ve, si a alguien le interesa, está a la venta, barato, porque simplemente lo compré por joder.
Saludos