El lunes 11 (y no 12 como yo había dicho) fuimos a la Policlínica la Arboleda para el examen ecosonográfico en tres dimensiones, llamado por el vulgo como “Eco 3D” que viene a ser lo mismo pero mas corto.
La flaca tenía cita a las 4 de la tarde y para estar seguros que nos iban a atender temprano, estuvimos en sitio a las 3:30 de la tarde. Fuimos informados que si había otras pacientes antes que nosotros y que con suerte estaríamos entrando al examen a las 5:30. Bueno, que se le va a hacer, la alternativa era irnos para la casa y probar suerte otro día, pero Ingrid decidió que nos quedáramos y esperáramos nuestro turno.
Como teníamos tiempo de sobra, caminamos a una panadería cercana y nos tomamos un cafecito. También compramos unos chocolatitos por aquello de que el azúcar y el chocolate incrementan la actividad de la niña (de la bebé, no de Ingrid). No se si lo había comentado antes, pero como la barriga ha crecido bastante, la pobre flaca se cansa y se ahoga cuando come, cuando está mucho tiempo sentada, cuando está acostada y prácticamente siempre. Mejora un poco cuando camina, así que eso hizo cuando comenzó a ahogarse. Finalmente como a las 5:20 entramos al consultorio de ecosonografía con el Doctor Luís Cadenas.
Lo primero que uno nota al entrar al consultorio es que es muy pequeño, pero esa impresión se olvida cuando ves el equipo que utilizan para el examen. Para que tengan una imagen comparativa, puedo decir que el primer equipo de eco 2D con el que se hizo examen Ingrid, con el Dr. Mazzei, es como un Volkswagen Gol del 2001, el que utiliza la Dra. Blanco, que actualmente sigue el embarazo, es como una camioneta Honda CRV 2006: mucha más resolución y más opciones de visualización. Pues bien, el equipo de esta clínica, que realmente es para ecosonogramas 3D en tiempo real, lo que llaman ecos 4D, es como un trasbordador espacial de última generación.
Aquí voy a hacer una nota sobre evolución tecnológica, que parece que viene al caso. En apenas unos meses de embarazo, uno ve, y con lo que habla con otras personas incluyendo madres y mujeres de mayor edad, es que la tecnología para ver el desarrollo del bebé ha crecido a pasos agigantados. Cuando yo nací, o hace apenas unos 20 años para no irnos tan lejos, los ecosonogramas no eran tan comunes. Claro, la tecnología para hacerlos era complicada y costosa, pero poco a poco se han vuelto equipos comunes y obligatorios para cualquier consultorio de gineco-obstetricia. No pasarán muchos años antes que se desechen los ecos 2D para que en cada consulta te hagan un Eco 3D como rutina. De hecho, eso ya está pasando. En otras clínicas, y puedo nombrar la Leopoldo Aguerrevere de Caracas, te hacen el eco 2D normal y de paso te dan una imagen 3D del bebé.
Que deparará el futuro en este campo, nadie lo sabe, pero como cualquiera puede ser futurólogo, yo me atrevo a imaginar que de aquí a unos 20 años (quizás menos), te van a vender una faja con sensores ecográficos para que te conectes, vía inalámbrica, a cualquier televisor o computadora y puedas ver al bebé todo el tiempo en 3D para ver cómo está. Quien sabe, al menos es una buena idea. Si alguien lo inventa, reclamo los derechos por haberlo ideado de primero.
Bueno volvamos al examen. Ingrid se preparó en la camilla, le pusieron el gel para que el ‘sensor’ fluya mejor por la superficie de la pancita, y comenzó el Dr. a trabajar. Al principio es igual, un eco 2D, como ven en el video, y de repente, el tipo le da a nos botoncitos y zas! la imagen cambia y ves la carita de la niña en perfecta imagen 3D en colores ambarinos. Si alguna vez comenté que me emocionó ver su corazoncito latiendo, ahora debo admitir que me fui en aguas al verle la cara a Ana Valentina. Ahí si perdí la dignidad y la integridad, pero como el orgullo de padre es mas grande que cualquier cosa, me siento muy bien por eso. Verle toda la carita, los ojitos, los cachetitos, su naricita aplastadita como todos los bebés, las orejitas y su boquita es realmente un espectáculo impresionante. Nuevamente, no hay palabras que puedan narrar eso, pero aunque las hubiera, la sensación es única y no sirve que trate de explicarla aquí, es una de esas cosas que hay que vivir para entender.
Estuvimos como diez minutos viéndola desde diferentes ángulos. Finalmente el Dr. dijo que iba a continuar con el examen. La siguiente parte, de tres que constaba la consulta, fue hacer una revisión completa de Anita. Ahora si en 2D, se dedicó a revisar todo, el cerebro, los pulmones, el corazón, riñones, estomago, intestinos, piernitas, bracitos, cordón umbilical y un montón de cosas que el doctor mencionó y que vimos en pantalla pero ahora no recuerdo. Todo está muy bien, es una niña que se desarrolla en prefecto crecimiento, un poquito grande pero nada mas.
La tercera parte es medir el flujo sanguíneo en diferentes partes, para verificar como funciona su sistema circulatorio y descartar posibles problemas. Este examen se llama Doppler y permite escuchar como fluye la sangre. Realmente se escuchan los latidos del corazón y ese es el otro momento que casi lloro. Me doy cuenta que soy medio maricón para esto de tener una hija, y lo peor es que hasta me da orgullo decirlo.
Terminó el examen ecográfico y el Dr. procedió a dar sus comentarios luego de ver los resultados. Nuevamente, él midió las dimensiones de la bebé y estimó el peso. Esta vez, pesaba 1.6 kg. Es decir, en apenas dos semanas aumentó 300g. Na pelusa!!! Dijo que todo se veía bien, sólo que era una bebé muy grande, de hecho, a pesar de que va por la semana 29 (para el momento del eco), tenía medidas de una niña de 31 semanas, es decir tiene dos semanas de tamaño extra. Él estimó que al momento de nacer, la bebé estaría pesando cerquita de los 4 kilos y que lo mas probable es que haya que realizar cesárea, por aquello de no hacer sufrir ni a la madre ni a Anita. No tenemos problemas con eso.
Lo otro que dijo es que Ingrid tiene que tener cuidado y cuidarse, porque por el mismo tamaño de la bebé y el volumen de líquido amniótico, el vientre se distiende tanto que puede dar lugar a que las membranas que lo recubren se rompan, acelerando de esta manera el proceso natural del parto. Así que ahora no la puedo poner a empujar el carro…
Bueno, sólo queríamos dar nuevos detalles de Ana Valentina para compartirlos con todos, ya estamos arreglando el cuarto y creo que la próxima semana ya estaríamos pintándolo y arreglando. Creo que la cama cuna debe llegar en unos 15 – 20 días, el mismo tiempo que tomarían en instalar los mosquiteros. En fin, todo marcha viento en popa, incluso me parece que ya le están organizando un baby shower a Ingrid, que es como una despedida de soltera, pero sin strippers y con pañales.
Sigo debiendo unas fotos, espero que no sea deuda eterna.
Saludos
Ingrid, Alvaro, Anita y Noopy